
En un mundo que enfrenta el cambio climático y la dependencia de combustibles fósiles, la transición energética surge como una necesidad crucial. Este blog tiene como objetivo explorar este tema tan importante, comprendiendo sus aspectos técnicos, desafíos, oportunidades y el contexto en el que se desarrolla.
¿Por qué se da la transición energética?
La transición energética no es un fenómeno reciente. Sus raíces se remontan a la década de 1970, cuando la crisis del petróleo y la creciente preocupación por la contaminación ambiental impulsaron la búsqueda de fuentes de energía alternativas. Sin embargo, en las últimas décadas, el cambio climático se ha convertido en el principal motor de la transición energética.
¿Cuándo se empieza a usar la palabra "transición energética"?
El término "transición energética" se popularizó en la década de 1990, a medida que se intensificaban las preocupaciones sobre el cambio climático y se reconocía la necesidad de un cambio fundamental en el sistema energético global. Desde entonces, la transición energética se ha convertido en un tema central en las agendas políticas y económicas de los países alrededor del mundo.
¿Por qué hay tanta preocupación por la transición energética?
La dependencia de combustibles fósiles como el carbón, petróleo y gas natural ha tenido graves consecuencias para el medio ambiente y la salud humana. La quema de estos combustibles libera gases de efecto invernadero a la atmósfera, contribuyendo al calentamiento global y sus efectos devastadores, como el aumento del nivel del mar, eventos climáticos extremos y la pérdida de biodiversidad. Además, la contaminación del aire generada por la quema de combustibles fósiles afecta la calidad del aire y causa enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
Otros aspectos relevantes del contexto:
Aumento de la población y la demanda energética: Se espera que la población mundial alcance los 10 mil millones para el año 2050, lo que incrementará significativamente la demanda de energía. La transición energética es fundamental para satisfacer esta demanda de manera sostenible.
Agotamiento de los combustibles fósiles: Los recursos de combustibles fósiles son finitos y se espera que se agoten en las próximas décadas. La transición energética es necesaria para asegurar la seguridad energética a largo plazo.
Desarrollo de nuevas tecnologías: Los avances en tecnologías de energía renovable, almacenamiento de energía y eficiencia energética han hecho que la transición energética sea más viable y económica.
Aspectos técnicos de la transición energética

La transición energética implica una serie de cambios técnicos en diversos sectores:
Generación de energía: Implementación de tecnologías renovables a gran escala, como parques solares y eólicos, plantas geotérmicas, centrales hidroeléctricas y tecnologías emergentes como el hidrógeno verde y la biomasa.
Energía solar fotovoltaica: La radiación solar se convierte en electricidad mediante paneles fotovoltaicos compuestos por células de silicio que liberan electrones cuando son expuestos a la luz solar. La corriente continua generada se convierte en corriente alterna mediante inversores para su uso en la red eléctrica o almacenamiento en baterías.
Energía eólica: La energía cinética del viento se convierte en electricidad mediante aerogeneradores. Las turbinas eólicas cuentan con palas que giran por la acción del viento, haciendo rotar un eje conectado a un generador eléctrico.
Energía geotérmica: El calor interno de la Tierra se utiliza para generar electricidad o calentar agua. Existen dos tipos principales de centrales geotérmicas: de vapor seco y de vapor de flasheo. En las primeras, el vapor geotérmico impulsa turbinas para generar electricidad. En las segundas, el vapor se separa del agua mediante una reducción de presión, generando electricidad y aprovechando el agua caliente para otros usos.
Energía hidroeléctrica: La energía potencial del agua en movimiento se convierte en electricidad mediante turbinas hidráulicas. En las centrales hidroeléctricas, el agua embalsada cae a través de un conducto hacia turbinas que rotan un generador eléctrico.
Hidrógeno verde: Se produce a partir de la electrólisis del agua utilizando energía eléctrica proveniente de fuentes renovables. Es un combustible limpio y versátil que puede utilizarse en diversas aplicaciones, como el transporte, la generación de energía y la industria.
Biomasa: Es una fuente de energía renovable derivada de materiales orgánicos como plantas, árboles y residuos agrícolas. Se puede utilizar para generar electricidad, calor y biocombustibles.
Almacenamiento de energía: Desarrollo de tecnologías de almacenamiento de energía, como baterías de litio-ion y almacenamiento por bombeo hidráulico, para gestionar la intermitencia de las energías renovables.
Baterías de litio-ion: Almacenan energía eléctrica en forma química mediante la intercalación de iones de litio entre dos electrodos. Son recargables y ofrecen una alta densidad energética, pero su ciclo de vida y costo aún son un desafío.
Almacenamiento por bombeo hidráulico: Almacena energía bombeando agua a un reservorio elevado durante los períodos de baja demanda y liberándola a través de turbinas para generar electricidad cuando se necesita. Es una tecnología madura y escalable, pero requiere ubicaciones geográficas adecuadas.
Red eléctrica: Modernización de la red eléctrica para acomodar el mayor volumen de energía renovable intermitente y mejorar su flexibilidad y eficiencia.
Integración de energías renovables: La red eléctrica debe adaptarse para integrar la energía renovable intermitente, gestionando sus fluctuaciones y asegurando la estabilidad del suministro.
Redes inteligentes: La implementación de tecnologías de la información y la comunicación permite una gestión más eficiente y flexible de la red, optimizando la distribución de energía y mejorando la respuesta a la demanda.
Eficiencia energética: Implementación de medidas para reducir el consumo de energía en edificios, electrodomésticos, vehículos y procesos industriales.
Edificios: La mejora del aislamiento, la implementación de sistemas de climatización eficientes y el uso de iluminación LED pueden reducir significativamente el consumo energético en edificios.
Electrodomésticos: La elección de electrodomésticos con alta calificación energética y la adopción de hábitos de consumo responsable contribuyen al ahorro energético.
Vehículos: La promoción de vehículos eléctricos, híbridos y de mayor eficiencia energética reduce las emisiones de CO2 y el consumo de combustibles fósiles.
Procesos industriales: La optimización de procesos, la implementación de tecnologías eficientes y la recuperación de calor residual pueden reducir el consumo energético en la industria.
Movilidad sostenible: Fomento del uso de vehículos eléctricos, transporte público y medios de transporte no motorizados.
Vehículos eléctricos: La electrificación del transporte reduce las emisiones contaminantes y la dependencia del petróleo.
Transporte público: La inversión en sistemas de transporte público eficientes y accesibles fomenta su uso y reduce la necesidad de vehículos privados.
Medios de transporte no motorizados: Promover el uso de bicicletas, caminar y otros medios de transporte no motorizados reduce la congestión vehicular y las emisiones contaminantes.
Desafíos de la transición energética

La transición energética presenta diversos desafíos que deben abordarse:
Costos: Las tecnologías renovables cada vez son más accesibles, pero se requiere más inversión e incentivos.
Almacenamiento: La intermitencia de las energías renovables requiere el desarrollo de tecnologías de almacenamiento de energía eficientes y a gran escala.
Infraestructura: Se necesita una modernización significativa de la red eléctrica para integrar las energías renovables y gestionar su interoperabilidad.
Aceptación social: Es necesario abordar las preocupaciones sociales y ambientales relacionadas con el desarrollo de proyectos de energía renovable.
Marco regulatorio: Se requiere un marco regulatorio aún más favorable que incentive la inversión en energías renovables y facilite la transición energética.
Oportunidades de la transición energética

La transición energética también presenta oportunidades significativas:
Diversificación del suministro energético: Reduce la dependencia de combustibles fósiles importados y aumenta la seguridad energética.
Creación de empleos: El sector de las energías renovables genera empleos verdes y calificados.
Mejora de la salud pública: Reduce la contaminación del aire y sus impactos en la salud.
Mitigación del cambio climático: Contribuye a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y a la lucha contra el cambio climático.
Desarrollo sostenible: Promueve un uso sostenible de los recursos energéticos y un futuro más resiliente.
Papel de los gobiernos, empresas y ciudadanos en la transición energética

Gobiernos: Implementar políticas públicas que incentiven las energías renovables, la eficiencia energética y la investigación tecnológica.
Empresas: Invertir en tecnologías renovables, reducir su huella de carbono y adoptar prácticas sostenibles.
Ciudadanos: Adoptar hábitos de consumo responsable, elegir productos ecoeficientes y participar en iniciativas locales de transición energética.
Estrategias para acelerar la transición energética
Establecer objetivos ambiciosos: Fijar metas claras para la reducción de emisiones de carbono y la integración de energías renovables.
Fomentar la inversión privada: Crear un entorno favorable para la inversión en energías renovables y tecnologías limpias.
Promover la innovación tecnológica: Apoyar la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías de energía renovable y almacenamiento de energía.
Cohesionar a los actores involucrados: Fomentar la colaboración entre gobiernos, empresas, academia y sociedad civil para avanzar en la transición energética.
Garantizar una transición justa: Asegurar que los beneficios de la transición energética se distribuyan equitativamente y se mitiguen los impactos negativos en sectores específicos.
¿Qué está pasando en Colombia?
En línea con el compromiso global de combatir el cambio climático, el gobierno de Colombia ha establecido ambiciosas metas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y transición hacia una economía descarbonizada. La Ley 2169 de 2021 estableció los siguientes objetivos:
Reducir las emisiones de GEI en un 51% para el año 2030, con respecto al escenario de referencia de la Contribución Nacionalmente Determinada (NDC) del país.
Alcanzar la carbono neutralidad, es decir, emisiones netas de cero GEI, para el año 2050.
Para lograr estas metas, Colombia implementa diversas estrategias, incluyendo:
Fomentar el desarrollo y uso de energías renovables como la solar, eólica, geotérmica e hidroeléctrica.
Mejorar la eficiencia energética en sectores como el industrial, comercial, residencial y de transporte.
Proteger los bosques y promover la reforestación como sumideros naturales de carbono.
Implementar un sistema de precio al carbono que incentive la reducción de emisiones.
Invertir en investigación, desarrollo e innovación en tecnologías bajas en carbono.
Conclusión
La transición energética es un proceso complejo pero necesario para construir un futuro más sostenible, próspero y resiliente. Requiere un esfuerzo conjunto de gobiernos, empresas y ciudadanos, así como la implementación de estrategias ambiciosas y la promoción de la innovación tecnológica. ¡Juntos podemos encender el futuro y construir un mundo impulsado por energías limpias y renovables!
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